La gente de Torreón tiene la costumbre de ponerle un sufijo
“-ada” a los sustantivos de los platillos cuando preparan ese platillo en
grandes volúmenes. Así tenemos que si van a preparar muchas hamburguesas, el
evento se llama “hamburguesada”; si muchos burritos, “burrada”; si muchos
tortillones, “tortillonada”.
No sé, yo creo que sí pero hace falta una investigación
lingüística rigurosa, si esto influye en la forma de hablar de los laguneros.
Resulta que inventan palabras.
Pero no inventan cualquier palabra, es decir, no empiezan
de pronto a llamar “tutulo” a lo que es una hamburguesa, ni “parnela” a lo que
es un burrito, sino que tienen una forma determinada de inventarlas y por ello
creo que el uso de ese sufijo específico influye en su forma específica de hacerlo.
A todo le quieren poner el sufijo “-ada”. Esta semana
escuché “a este perro ya le toca su desparasitada” y “le hace falta una
reparada” de dos personas distintas, en dos contextos distintos, hablando de
dos cosas distintas, sin olvidar la indicación con pluma sobre una caja de
pastillas que decía “contra la mormada”.
Las cuestiones del lenguaje son complejas e interesantes, hay
que darles una repasada.