sábado, 7 de mayo de 2011

El imbécil que todos (los imbéciles) llevamos dentro

A mí que no me vengan con cuentos. El amor sí es una enfermedad mental. ¿De qué otra forma podría explicarse lo que hacemos en pos del amor?
¿O será que no es "el amor" lo que nos mueve a hacer esas cosas ridículas que a veces hacemos, esas cosas sin sentido que nos asaltan a los "enamorados", y en realidad son otros instintos los que nos mueven? Instintos más profundos, que están ahí listos para desencadenarse ante la menor provocación, ante el más mínimo atisbo de un pretexto? ¿Es el amor un gran pretexto para dejar salir al imbécil que todos llevamos dentro?
¡Ay! Tantas preguntas y tan pocos lugares para buscar las respuestas. ¿Existirá tal cosa, la respuesta? ¿O también es una de nuestras ilusiones? "Si hay pregunta, debe haber respuesta", es la lógica que utilizamos. Como si para todo sonido articulado debiéramos encontrar un objeto, una idea, algo que le corresponda. "¿Qué significará "aseñilikejague"?" ¿No es esto como una pregunta que no tiene respuesta? ¿No hay más sonidos sin significado que palabras? ¿No serán las "respuestas" una excepción, y no una regla?
¡Ay! Tantas preguntas. Si resultara que no hay respuestas, ¿no tendríamos que empezar a buscar en otro lado, y en última instancia, dejar de buscar?
Una cuestión más que debe ser investigada a fondo por La Polecía del Karma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario