martes, 6 de julio de 2010

La polecía del karma


Karma es un concepto que con el paso del tiempo se ha ido distorsionando. El original sánscrito sólo significa 'hacer' y estaba ligado estrechamente con las creencias religiosas del pueblo hindú. Karma es en ese caso sólo un hacer, y como en todo hacer existen sus consecuencias. Además, para ellos la cuestión no era inmediata, el karma se arrastraba en cantidades de tiempo que apuntaban a la eternidad. Un milenio para ellos no significaba nada, pues uno seguía siendo responsable de sus actos a pesar de haber muerto y renacido.
Acá en occidente, miles de años después, se nos ha presentado el mismo concepto algo cambiado. Para nosotros karma implica causa y efecto, porque causa y efecto representan muy bien la base sobre la que nuestra contemporaneidad ha fundado su famoso progreso. Para occidente no hay más religión que causa y efecto, y por lo tanto todo concepto religioso debe estar subordinado a ellos.
Por tal razón karma ha pasado a significar algo así como "el que la hace, la paga", y por tanto tenemos la creencia de que nuestras acciones repercuten de una forma inmediata porque cuando hayamos muerto debemos haber dejado todas nuestras cuentas pagadas. La inmediatez unida a la causa y al efecto, qué concepto tan sublime para representar lo que somos como cultura.
Somos karma, y hay que pagar los platos rotos. Para ello ¿quién podrá salvarnos?
Cuando estamos en problemas porque sentimos que debemos o nos deben; cuando nuestra religión causal e inmediata nos acusa a que paguemos nuestras deudas, y a que cobremos lo que se nos debe; cuando necesitamos sentir que formamos parte de este Zeitgeist vertiginoso pero necesario; cuando todo eso pase y no sepa a quién acudir... siempre estará ahí para salvar el día, para alegrar corazones, para asumir sus responsabilidades; llámela, búsquela, ruéguele.. ellos son: la polecía del karma...

No hay comentarios:

Publicar un comentario