viernes, 4 de febrero de 2011

Imagínate despertar y recordar que eres mexicano...

Una vez, hace no mucho tiempo, viajaba en metro en el D.F. cuando no pude evitar escuchar una conversación que dos personas tenían a mi lado (quien haya viajado en metro a hora pico en la Cd. de México entenderá a qué me refiero con "no pude evitar escuchar"). Uno de los tipos se quejaba airadamente de los largos trámites que se vio obligado a realizar para obtener no sé qué permiso, mientras el otro intentaba convecerlo de que la burocracia es un mal necesario si ha de haber un orden en las cosas. Hubo un momento en el que el primero de los sujetos levantó tanto la voz y dio tal énfasis a sus palabras, que casi todos los que estábamos cerca de él volteamos a verlo. Lo que esta persona casi gritaba era "¡Es que en este país no es posible hacer bien las cosas!"
Afortunadamente en ese momento se abrieron las puertas del vagón y ellos salieron abriéndose paso a empujones, patadas y manotazos, y de esa forma ya no tuve que saber en qué se basaba el caballero para hacer tal afirmación. El resto de la gente volvió a perderse en sus pensamientos, o a refugiarse en sus libros, o a platicar con sus acompañantes y el resto del viaje siguió en una absoluta tranquilidad.
¿A qué viene esto? Lo relato porque me parece que asegurar que "en este país no es posible hacer bien las cosas", es una ofensa muy grande contra todos los que somos mexicanos. Es como si alguien se parara frente a ti blandiendo un dedo acusador y te dijera "¡Eres un inútil, bueno para nada! No sólo no haces bien las cosas, ni siquiera existe la posibilidad de que eso ocurra". Pero no sólo eso, ese alguien también agregaría "porque lo llevas en la sangre, porque eres mexicano".
¿Qué denota esa expresión tan común, que muchas veces he escuchado por ahí, pero a la que nunca había puesto atención hasta hoy? ¿Ese tan trillado "en este país...", que sirve para justificarnos algunas veces, para acusar en otras, o para simplemente desahogar nuestra frustación en no pocas ocasiones? ¿Qué es si no un insulto a nuestros padres, a nuestros abuelos, pero también a nosotros mismos?
Nadie en el vagón saltó a defenderse, a defender a su país. Nadie se indignó al punto de devolverle insulto por insulto, diente por diente. A nadie le afectó en lo más mínimo tal afirmación. No sé si porque no comprendieron lo que se decía, o no lo tomaron en serio, o estaban de acuerdo.
El punto es que ahora con el escandalazo que produjeron unos chistes que fueron transmitidos por televisión en Inglaterra, no puedo sino reirme de la reacción que han provocado. ¿Cómo es posible que ahora sí nos sentimos ofendidos? ¿Ahora sí nos indignamos y exigimos una disculpa? ¿Ahora sí respondemos a los 'insultos' con insultos? Cuando es evidente que sólo se trataba de un recurso humorístico para abordar un tema que probablemente resultaría aburrido para un público al que seguramente no le interesa saber que existe un auto deportivo mexicano. "¿Alguna vez han querido un auto deportivo mexicano?" ¿Qué respondería la persona que aseguró tan categóricamente que "en este país no es posible hacer bien las cosas"?
Habrá que reflexionar un poco sobre el concepto que tenemos sobre nosotros mismos y en la posibilidad de que quizá tales afirmaciones hechas en el programa inglés fueron tan desvirtuadas y sacadas de contexto porque en el fondo son las cosas que sí pensamos de nosotros mismos, pero que no nos gusta escuchar en labios ajenos.
La polecía del karma también vigila ahí donde el ojo humano ya no distingue nada...

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